Hace unos días me fuí a visitar el museo Marés. Al principio me sorprendieron las lágrimas y sangre de madera; luego, bebés con cara de señor mayor; las cabezas sueltas con alas, en vez de orejas. Pero lo que más me dejó parada fue una serpiente enroscada en una columna. Desenroscada sería una cosa así:
Una inválida deforme. Me recordó a Petra. En vez de salir por la columna vertebral, la cola salía por el brazo. Y el otro brazo era un muñón. Al principio me pareció muy tosca: ¿eso es la tentación? Así que empecé a investigar (aunque no mucho) otras posibilidades y éstos fueron algunos de los resultados:
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